PLA Ultrafuse

El filamento Ultrafuse PLA de BASF forma parte de la amplia gama de materiales Ultrafuse para la impresión 3D FFF, junto con muchos otros filamentos estándar, de ingeniería, flexibles, reforzados, de alta temperatura y de soporte. El PLA Ultrafuse está disponible en más de 10 colores y en diámetros de 1,75 mm y 2,85 mm. Los tamaños de las bobinas van de 750 g a 8,5 kg. Como todos los filamentos Ultrafuse de BASF, el Ultrafuse PLA se fabrica con maquinaria de última generación controlada por ordenador. Gracias a los cuidadosos métodos de fabricación, los colores y diámetros del filamento Ultrafuse son consistentes, y los materiales siempre tienen un rendimiento termomecánico. El filamento Ultrafuse PLA es compatible con los soportes breakaway, así como con el filamento de soporte Ultrafuse BVOH soluble en agua.

Imagen 1: Pieza impresa en 3D con el filamento BASF Ultrafuse PLA. 

El PLA (ácido poliláctico) es el material más utilizado en la impresión 3D, seguido del ABS. El PLA es un termoplástico mecánicamente fuerte (aunque algo quebradizo), bastante flexible y duradero, fabricado a partir de materiales de origen vegetal (como la caña de azúcar, el almidón de maíz, la pulpa de remolacha, las patatas o la tapioca), lo que lo convierte en un material de impresión 3D respetuoso con el medio ambiente y a menudo biodegradable (en condiciones industriales). La composición del PLA también lo hace seguro para los alimentos, por lo que a menudo se utiliza en la fabricación de utensilios y contenedores de alimentos. 

Aunque es mecánicamente fuerte, el PLA puede ser bastante frágil. Esto puede enmendarse mediante el recocido de las piezas impresas en 3D en PLA para convertirlas en el llamado "PLA blando", un proceso que se emplea muy a menudo con el PLA y que da excelentes resultados. En el proceso de recocido del plástico, el PLA se calienta a una temperatura ligeramente inferior a su punto de fusión para aliviar las tensiones internas y reorganizar las cadenas moleculares del PLA hacia estructuras más semicristalinas. Esto ayuda a reducir la fragilidad del PLA en un 10-20 % y también a aumentar su resistencia a la temperatura. Hay que tener en cuenta que el recocido del PLA puede provocar una pérdida de precisión dimensional y una deformación de la pieza impresa en 3D. Por lo tanto, si el rendimiento mecánico no es tan esencial, pero sí las propiedades estéticas, no debería realizarse el recocido.

El PLA es fácil de imprimir en 3D y es muy conocido por su capacidad de ser post-procesado para alterar la apariencia de la pieza impresa en 3D, por ejemplo, alisada o pintada. Este proceso oculta las líneas de las capas y las imperfecciones, y puede dar a la pieza impresa en 3D un aspecto brillante y lustroso. En primer lugar, hay que eliminar cualquier imperfección de la superficie, por ejemplo, con la herramienta de acabado Retouch3D. A continuación, la pieza puede lijarse y cubrirse con una imprimación de pintura o un revestimiento epoxi, como XTC-3D o el revestimiento de alisado Nanovia, para darle un acabado liso y brillante.

El Ultrafuse PLA va a ser el material perfecto para la impresión 3D en casa, sobre todo para usos estéticos y de aficionados, así como para la creación de prototipos de bajo coste. Aunque no es adecuado para usos de ingeniería y funcionales (aquí encaja mejor el Ultrafuse ABS) debido a su fragilidad y baja resistencia térmica, el PLA ofrece la ventaja de una alta posprocesabilidad. Esto permite al usuario personalizar la superficie de la impresión 3D e incluso mejorar ligeramente sus propiedades termomecánicas mediante el recocido.