Las principales zonas de un extrusor son el bloque de calentamiento y la zona de disipación, aunque estas están formadas a su vez por varias partes. Para entender el funcionamiento básico del proceso de extrusión de los filamentos en las impresoras 3D, es fundamental comprender la funcionalidad de ambas zonas. El filamento entra en primer lugar por la zona fría del extrusor (zona de disipación térmica), a continuación pasa por el hotend, reblandece y acaba saliendo por la boquilla o nozzle volviéndose a endurecer.

La zona de disipación es muy importante en el extrusor ya que en ella se disipa el calor del filamento proveniente de la zona de calentamiento. En el caso de que en esa zona no se disipase correctamente el calor, se calentaría el filamento reblandeciéndose demasiado e impidiendo el correcto avance del mismo a lo largo de la zona de disipación del extrusor (debido a la dilatación y a la pérdida de consistencia), lo que acabaría generando una bola de plástico que provocaría un atasco en  el interior del extrusor. Se debe tener en cuenta que normalmente la zona más conflictiva es donde se unen ambas zonas, al final del tubo de teflón PTFE. Para favorecer el enfriamiento en la zona de disipación de calor se suele acoplar uno o dos ventiladores en el extrusor.

Otro tema importante a tener en cuenta de cara al buen cuidado del extrusor de la impresora 3D es el imprimir los filamentos a las temperaturas correctas, ya que en el caso de imprimir a poca temperatura el filamento podría atascarse en el interior del extrusor obstruyendo el paso del mismo, y en caso de imprimir a una temperatura elevada se podrían carbonizar diminutas partículas de plástico en el interior del extrusor provocando una obstrucción parcial del interior del extrusor. Estas partículas duras y carbonizadas nunca podrán ser extruidas por el extrusor por lo que la única alternativa es utilizar un filamento de limpieza específicamente diseñado para tener la viscosidad y estabilidad térmica adecuada para poder arrastrar todas estas partículas dejando totalmente limpio el interior del extrusor.

La importancia de garantizar un flujo suave y continuo del filamento en el extrusor, además de alargar la propia vida del extrusor también garantizará una mejor calidad de impresión.