Encuentra la impresora 3D más adecuada para tus necesidades.
Te asesoramos para encontrar la mejor opción según tus necesidades.
Encuentra el escáner 3D más adecuado para tus necesidades.
Contáctanos y te lo conseguimos.
Encuentra el filamento más adecuado para cada aplicación.
Encuentra la resina más adecuada para cada aplicación.
Encuentra el polvo más adecuado para cada aplicación.
Encuentra los pellets más adecuados para cada aplicación.
Encuentra el accesorio que necesitas para tu impresora 3D.
Encuentra los complementos ideales para tus impresiones 3D.
Al principio, la gestión de impresiones 3D era un proceso manual y fragmentado. Los usuarios dependían en gran medida de tarjetas SD, conexiones directas a ordenadores o interfaces de firmware muy básicas.
En los primeros años del FFF doméstico, los modelos digitales se cargaban en la impresora usando una tarjeta SD o conectando directamente un ordenador vía USB o puerto serie. El firmware en la impresora aceptaba comandos G-code (generados previamente mediante slicers ejecutados en un PC), pero no existía entorno alguno para supervisar el proceso durante la impresión. La única señal de progreso era el movimiento físico de la máquina; el control remoto o la monitorización de temperaturas, por ejemplo, prácticamente no existían.
En entornos profesionales o educativos, muchas veces se trabajaba dentro de software de CAD/CAM que convertía modelos a STL, luego a G-code, y se enviaban manualmente a la impresora. La supervisión no se hacía de forma centralizada: cada impresora se operaba localmente. Las funciones de slicing eran rudimentarias y requerían repetir procesos físicos (por ejemplo: cargar archivos en tarjetas SD, imprimimir usando un ordenador conectado a la impresora por USB, reinicio manual en caso de fallo). Esto implicaba un alto nivel de atención al operario y elevada tasa de fallos, sobre todo en impresiones largas o complejas.
La gestión moderna de impresión 3D comenzó con Repetier en 2011, una plataforma que se destacó por su firmware eficiente y un entorno Host/Server compatible con Windows, macOS y Linux, permitiendo la integración de slicers como Slic3r o CuraEngine y la edición en tiempo real de G-code. Su versión profesional, Repetier-Server, introdujo gestión en red local y control centralizado de múltiples impresoras. A pesar de su interfaz poco intuitiva y su configuración manual, su versatilidad y potencia lo convertían hasta no hace mucho en la solución de facto para entornos profesionales.
En 2012, Gina Häußge lanzó OctoPrint, una interfaz web ligera que eliminó la necesidad de conectar la impresora directamente a un ordenador. Con un sistema de plugins extensible, OctoPrint permite monitorear temperaturas, visualizar la impresión mediante webcam, generar timelapses y enviar alertas. Su filosofía abierta, respaldada por una comunidad activa y financiación vía Patreon, lo convirtió en un estándar en entornos maker. A pesar de su flexibilidad, la dependencia de hardware como Raspberry Pi y la falta de herramientas nativas para gestionar flotas de impresoras limitan su escalabilidad en aplicaciones industriales. OctoPrint ofrece una interfaz web accesible desde cualquier dispositivo y una personalización avanzada gracias a su sistema de plugins, pero requiere conocimientos técnicos para configuraciones complejas y no proporciona seguridad de nivel empresarial.
La llegada de Repetier y OctoPrint marcó un antes y un después: permitía controlar impresoras sin necesidad de conexión constante a un ordenador, gestionar colas de impresión, monitorizar parámetros y manipular trabajos de forma remota. La evolución del hardware de las impresoras de escritorio, abandonó de forma paulatina los controladores de 8 bits para adoptar placas de 32 bits mucho más potentes. Este cambio permitió dotar de mejores prestaciones y características a estas máquinas, como wifi, ethernet e incluso webcams. Este aumento de potencia y prestaciones también permitía procesar la información en paralelo y a una velocidad superior, lo que abriría las puertas a la llegada de herramientas propietarias. De este modo los fabricantes desarrollarían soluciones integrales, lo que supuso un cambio significativo en la forma de gestionar impresiones 3D tras esta etapa pionera.
En primer lugar, estas soluciones proporcionaron integración plug-and-play entre hardware y software. El usuario ya no necesitaba montar un sistema con Raspberry Pi, instalar plugins, configurar slicers por separado ni gestionar transferencias manuales de archivos. La plataforma del fabricante se encargaba de todo: desde cargar el modelo hasta control remoto y gestión, todo mediante la aplicación oficial o interfaz web.
A nivel profesional, este enfoque habilitó flujos de trabajo centralizados y seguros. La posibilidad de realizar slicing en la nube y controlar múltiples impresoras desde un dispositivo móvil o navegador facilitó la automatización del proceso de impresión, eliminando necesidades de supervisión constante y reduciendo tiempos operativos notables.
Creality Cloud, lanzada en 2020, permite gestionar impresoras Creality, ofreciendo laminado en la nube, control remoto desde una app móvil o navegador y manejo de múltiples equipos. Creality Print sincroniza modelos y G-code con la nube, integrando soporte técnico y una comunidad de usuarios. Sin embargo, su ecosistema está restringido a impresoras Creality, y sus capacidades de trazabilidad y seguridad son limitadas, lo que reduce su utilidad en entornos profesionales.
De manera similar, Bambu Lab proporciona una experiencia integrada con sus impresoras de la serie X, combinando slicing automático, monitoreo por cámara y control remoto. Además recientemente ha lanzado su servicio de gestión de múltiples impresoras, Bambu Farm Manager. Aunque optimizado para su hardware, su enfoque OEM limita la compatibilidad con otras marcas, y su gestión de flotas es menos avanzada que soluciones dedicadas.
Tanto Creality como Bambu Lab carecen de la escalabilidad y seguridad necesarias para entornos industriales, y su enfoque cerrado restringe su versatilidad.
De forma paralela Obico, anteriormente conocido como The Spaghetti Detective, introdujo en 2019 un enfoque innovador con inteligencia artificial que detecta errores en tiempo real, como impresiones fallidas, pausando el trabajo y enviando alertas para minimizar desperdicios. Compatible con OctoPrint, Klipper y Duet3D, Obico soporta timelapses, estadísticas y notificaciones, funcionando tanto en modo local como en la nube. Aunque su capacidad para identificar problemas es ideal para entornos maker, no ofrece herramientas avanzadas para gestionar flotas de impresoras ni seguridad de nivel empresarial, lo que limita su aplicación en contextos industriales.
RaiseCloud, lanzada por Raise3D en 2018, redefine la gestión de impresión 3D con un enfoque profesional que supera a las soluciones de Creality, Bambu Lab y Obico. Diseñada para entornos empresariales, esta plataforma en la nube se integra con ideaMaker para cargar modelos .3mf o STL, asignando trabajos automáticamente según la disponibilidad de las impresoras. RaiseCloud permite monitorear en tiempo real mediante cámaras, ajustar parámetros durante la impresión, generar timelapses y snapshots, y registrar métricas detalladas como el uso de filamento, la productividad por máquina o usuario y el historial completo de impresiones. Estas capacidades son esenciales para sectores como automoción, arquitectura y fabricación bajo demanda. Además con RaiseOcto, extiende la compatibilidad a impresoras de otras marcas, superando las limitaciones de los ecosistemas cerrados de Creality y Bambu Lab. RaiseCloud incorpora seguridad de nivel empresarial con cifrado de datos, autenticación por claves, firewall alojado en AWS y distribución mediante CDN global, características ausentes en las demás plataformas. Además, automatiza flujos de trabajo mediante órdenes de trabajo configurables y asignación automática de tareas, reduciendo la intervención manual y mejorando la eficiencia frente a Repetier, OctoPrint y Obico.
RaiseCloud permite, entre muchas otras cosas, gestionar grupos de trabajo que engloben a múltiples usuarios y a su vez estos puedan controlar las impresoras vinculadas. Con esto se evita compartir credenciales y se agiliza el flujo de trabajo en entornos profesionales, permitiendo una mayor sencillez a la hora de gestionar múltiples impresoras por varios usuarios.
RaiseCloud combina la flexibilidad de OctoPrint, la innovación de Obico y la integración de hardware y software de Creality y Bambu Lab, pero va más allá al ofrecer una solución integral que centraliza la gestión de flotas, automatiza procesos y garantiza seguridad de alto nivel. A diferencia de Repetier y OctoPrint, que requieren configuraciones manuales, RaiseCloud simplifica la operación en entornos complejos. Frente a Creality y Bambu Lab, su compatibilidad universal y herramientas avanzadas de trazabilidad lo hacen ideal para grandes operaciones. Comparado con Obico, RaiseCloud no detecta errores, sino que optimiza la gestión completa de la impresión 3D, desde el diseño hasta la producción.
Mientras Repetier y OctoPrint destacan por su apertura y flexibilidad, Creality Cloud y Bambu Lab por su integración con hardware específico, y Obico por su detección inteligente de errores, estas soluciones no alcanzan el nivel de automatización, escalabilidad y seguridad que ofrece RaiseCloud. Esta plataforma transforma procesos complejos en flujos de trabajo ágiles, seguros y eficientes, posicionándose como la referencia para profesionales en sectores que requieren fiabilidad, confidencialidad y control total, como la fabricación en red, el mantenimiento industrial y la producción bajo demanda.
He leído y acepto la política de privacidad.