Llave inglesa

Denominada como una de las herramientas que no debe falta en ningún lugar, la llave inglesa es válida para cualquier tipo de tornillo con cabeza hexagonal externa o con forma de paralelepípedo. Con una llave inglesa se puede operar sobre la mayoría de tornillos y elementos de sujeción del mercado.

En la impresión 3D es muy utilizada esta herramienta para sujetar el bloque calentador del extrusor y cambiar el nozzle sin problemas. Este proceso comienza siempre calentando el extrusor por encima de la temperatura de reblandecimiento del material que ha estado en el interior del nozzle. A continuación, se sujeta el bloque calentador con la llave inglesa, ajustando la apertura de la pinza, y con la llave para nozzles se afloja el nozzle. Una vez flojo se espera a que se enfríe, se retira del bloque calentador y se introduce el nuevo nozzle. Gracias a realizar esta operación con la llave inglesa se evitan grandes desviaciones del bloque calentador y del nozzle, dando un proceso de nivelación de la base mucha más rápida y sencilla.

A parte, esta llave inglesa incorpora en la parte del mango dos agujeros hexagonales de 6 y 8 mm, y en el extremo un agujero en forma de estrella de 15 mm con los que se puede apretar y aflojar tornillos con mucha facilidad y rapidez.

Aunque no es común, la llave inglesa también permite realizar otras operaciones distintas a las de apretar y aflojar tornillos. Por ejemplo, se puede utilizar esta herramienta para reajustar la desviación de piezas, chapas o varillas metálicas con sólo ajustar la llave inglesa al tamaño adecuado y aplicar un poco de palanca. Además, con una llave inglesa es posible doblar chapas de acero (de poco espesor) con mucha facilidad y buena precisión.