La tecnología de impresión FFF es la solución de menor coste en impresión 3D, además de ser fiable, precisa y fácil de utilizar, lo que la convierte en la tecnología ideal tanto para entornos profesionales, como para colegios y uso doméstico, siendo la tecnología de impresión 3D más utilizada a día de hoy.
Dentro de la gran variedad de impresoras 3D FFF que existen en el mercado, podríamos decir que las mejor valoradas por los usuarios a nivel no profesional suelen ser las impresoras 3D Prusa, las de Creality, Flashforge o, las del fabricante Anycubic, debido a su relación calidad-precio, además de por su facilidad de uso.
La mayoría de estas impresoras suelen encontrarse en dos formatos, impresoras de tipo cartesiano y de tipo delta, cuya diferencia más notable es el método de movimiento del extrusor que utiliza cada una al imprimir un diseño.
Las de tipo cartesiano son las más comunes en el mercado y reciben este nombre debido al sistema de coordenadas dimensionales empleado, eje X, Y y Z, es decir, el cabezal se mueve en los tres ejes cartesianos: horizontal (X), largo (Y), vertical (Z).
Las de tipo delta son menos comunes pero en auge en los últimos años, y aunque también utilizan el sistema de coordenadas X, Y, Z, su funcionamiento es diferente y deben su nombre a los robots Delta.
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Imagen 1. Impresora 3D DeltiQ 2. Fuente: Trilab
Las impresoras de tipo delta fueron creadas con la idea de aumentar la velocidad de impresión, alcanzando los 500-600mm/s. Se caracterizan por su cama de impresión circular y por su extrusor ubicado encima con una configuración triangular capaz de moverse hacia arriba y hacia abajo. Por este motivo, como ya hemos comentado, reciben el nombre “Delta”, basado en los robots Delta.
Este tipo de impresoras se caracterizan, a diferencia de las cartesianas, por la capacidad de poder construir objetos más altos, debido a su diseño de estructura vertical. Estas impresoras se componen de un extrusor y un hotend encargados de fundir el filamento y depositarlo sobre la placa de impresión circular, que es siempre fija, es decir, que solo se mueve el extrusor, lo que la hace una impresora estable y precisa, que aporta alta calidad y definición en las piezas finales.
En una impresora 3D Delta el cabezal de impresión está montado en tres brazos móviles encargados de empujar o tirar del cabezal para controlar su posición. Estos brazos articulados se accionan con un motor de pasos, para así poder mover el ligero cabezal de impresión rápidamente.
En comparación con las cartesianas, a grosso modo, la impresora tipo delta gana a la cartesiana en rapidez de impresión, ya que las cartesianas imprimen a una quinta parte de la velocidad a la que imprimen las delta; en altura, puesto que las de tipo cartesiano no disponen de demasiada verticalidad por lo que suelen ser más adecuadas para piezas más pequeñas y anchas; y mayor precisión y calidad de las piezas, ya que al disponer de una cama caliente fija, estas impresoras son más estables que las cartesianas y capaces de depositar capa a capa el filamento con más exactitud, ofreciendo piezas de gran calidad.
El inconveniente que podemos encontrar en las impresoras tipo delta frente a las cartesianas es que son máquinas que requieren un ensamblaje previo al funcionamiento por el usuario, mientras que las cartesianas suelen venir ensambladas y listas para usar. Esto nos lleva a otra desventaja, la primera calibración, un proceso que puede ser tedioso, sobre todo si no se tiene mucho conocimiento sobre impresión 3D, ya que, además, sobre las impresoras 3D delta no hay tanta información en foros como puede haberlo sobre otros tipos de impresoras, aunque se pueden encontrar vídeos en la red de cómo calibrarlas.
En nuestra web, se pueden encontrar varias impresoras 3D de tipo delta, como son las impresoras 3D Trilab AzteQ, AzteQ Plus, DeltiQ 2 y DeltiQ, ganadora del premio 3D Printer Challenge de la 3D Expo, del fabricante checo Trilab, experto en impresoras 3D tipo delta con gran experiencia en el sector.
Imagen 2. Impresora DeltiQ. Fuente: Trilab
Estas impresoras, a grandes rasgos, destacan por sus altos estándares de calidad, capaces de imprimir distintos tipos de filamentos y a una gran velocidad. Además, están fabricadas con componentes de calidad para asegurar un resultado de impresión perfecto. Algunas de ellas, como la DeltiQ 2, están equipadas con control remoto mediante un smartphone con Android, y complementadas con un extrusor directo y un dispositivo para poder utilizar cuatro filamentos a la vez.
Además, cabe destacar que todas ellas están disponibles en diferentes medidas para ajustarse a la perfección a las necesidades de cada usuario. Suelen ser utilizadas mayoritariamente por perfiles profesionales pero también encuentran su espacio en ambientes domésticos.
Video 1: TRILAB DeltiQ. Fuente: TRILAB
A mayores de las impresoras de Trilab, encontramos en el mercado algunas opciones interesantes como por ejemplo la impresora 3D FLSUN Delta QQ-S, que destaca por venir ensamblada en un 90% y con calibración automática, lo que ahorra al usuario tiempo y rompederos de cabeza; la Monoprice Mini Delta 3D, una impresora compacta, de aluminio y con autonivelación, ideal para ambientes domésticos u oficinas y, por último la Delta WASP 2040 PRO, con un precio más elevado que las dos anteriores pero con muy buenas valoraciones en el mercado, destaca por su alta calidad y sus rápidas impresiones, de entre 50-600 mm/s, además de por su gran volumen de impresión de hasta 40 cm.
Las impresoras tipo delta se están convirtiendo en una opción muy demandada en el mercado entre los usuarios de impresión 3D FDM, por sus ventajas en el uso más eficiente del espacio de impresión, se pueden imprimir piezas más altas, y además son redimensionables, sin que esto afecte a la calidad, pero, sobre todo por su rapidez imprimiendo, lo que hace ahorrar tiempo y dinero al usuario.
